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17 abril 2007
just say yes
. por supuesto que en la blanca inmensidad del futuro llegaremos a encontrar las palabras que escasean ahora, irán cayendo como azúcar contenida en una mano inconmensurable. tendremos que aprender a no pisar, a estar en suspensión, a dejarnos transportar por la brisa del otoño.. sí, creo que sí, tengo alguna experiencia en la materia. estaremos por siempre descalzos, confundiéndonos de vez en cuando con las nubes, olvidándonos del suelo (la gravedad me debe un par de favores, no te preocupes). sólo tenemos que pensar menos y sentir más, según mis cálculos, parece que la clave está más que nada en la fuerza centrífuga ascendente de dos corazones que se elevan abrazados, o algo así. (nunca fui bueno para las teorías, ya lo sabemos) . .
01 abril 2007
snowflakes, come here
. hay preguntas que nos hacemos de puro tontos que somos, la respuesta la tenemos implícita en la primera letra pronunciada; o en la punta de la lengua cuando la formulamos, del lado de abajo, ahí donde se esconden la memoria y la razón de las palabras. a veces quisiera ser menos contradictorio, porque en este funcionamiento pendular estoy desgastando el eje que me sostiene y eso no está nada bien cuando uno pesa lo que uno quiere pesar (un cuerpo menudo + la ropa abrigada, más densa + todos los copos que se quedan en mí sin derretirse). porqué volví a patinar en el estanque helado? debía volver a descubrirme la cara durante la nevada? necesito encender el fuego guiñando un ojo?
porque lo pedíbusquéquise, claro está. debería dejar de pensar en las huellas que voy dejando a cada paso, y en todo caso mirarlas con indiferencia, para no caer en la misma cotemplación compasiva del suelo alterado por mi peso. es imposible no afectar un entorno, aún siendo el más mínimo copo. esa es otra frase a tatuar. quiero nieve celeste y no quiero que me cueste, eso me dijo una vocecita ayer. .
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